-Joaquín, decíme: ¿qué pasa?
-Nada, sólo tengo un poco de sueño...
-Estabas tomando, ¿cierto?
-jaja, sólo un par de cervezas...
-Joaquín, queé tenes en las manos? Para ver!
-Nada, sólo me raspé..
-Pero estás todo cortado!!! Qué pasó?!
-Nada, fué una botella...
____________________________
-¿Qué tenés en las manos? ¿Te cortaste? Vamos a mi apartamento, es aquí cerca. Tenés que lavarte las manos, se te va a infeccionar..
-No, no me voy a lavar las manos. No vengás jugandome de machito y tratar de llevarme a tu aparta. Tenemos que ir a San Pedro.
-Sólo me preocupan tus heridas. Aún así debemos pasar al aparta, necesito recoger el dinero, no ando nada. De paso te lavás las manos...
-No me las voy a lavar. Vos también te has cortado.
-Un poco, no es mucho.
___________________________
-Piyo, qué te pasó.
-Nada, pero si querés saber: sólo me echaron de un bar, casi me echan de otro, se me quebraron dos botellas, me chiflaron y arrojaron cervezas y cubitos de hielo en "SAND", caminé como idiota por toda la capital, desperté con medio billete de diez mil colones en cada mano, una cinta "scotch", volví a fumar mota, aparecí en mi apartamento con la boina de una española loca (que no sé ni cómo se llamaba), como verás mis brazos están cortados por vidrios...
-Está bien, ya, demasiada información, no me contés más, esas aventuras tuyas no me interesan... Piyo cuidáte, otra vez hacés esas cosas, tené cuidado...
___________________________
Luego de correr por las calles vacías, sin ningún motivo, solamente llevados por el espiritu de locura que esa noche les había poseído a dos extraños que se unían para destrozar al mundo; logró convencerla de sentarse en la acera frente al banco.
-Fumás?
-Sólo mota.
-Sí, yo también pero ahora me refería a tabaco. Mota no tengo...
-Yo sí...- y ella sacó de su bolsillo una arrugada caja de fósforos, en la cual traía la colilla de un puro-, ves?
-¿Lo encendemos aqui?- dijo mientras miraba de reojo a los guardas de seguridad del banco estatal de al frente- yo tengo encendedor...
-No. Cuando lleguemos a San Pedro. Poeque tenemos que ir a San Pedro, no nos vamos a quedar aquí, ¿Me llevarás a San Pedro, verdad?
-Sí, iremos. No sé porqué, pero iremos...
Las cajas de cartón volaron en medio de una furiosa lluvia de puñetazos, patadas y gritos. Él le hizo segunda en el despilfarro de ira contra las cajas de cartón en la acera, ella las golpeaba y finalmente las lanzó a la calle y fue tras ellas. Joaquín la tomó de la cintura y la regresó a la acera, justo antes de que un camión la aplastara.
-Tío, te la has jugado bien... -su acento de española loca se le salió por primera vez en toda la noche- te la has jugado...
-Gracias, pero sigo pensando que estás loca...
-Por eso andás conmigo.
_____________________________
-Joaquín, ¿Y esa boina?
-Todavía no lo sé. Creo que es de ella, pero no sé porqué la tengo... todavía no recuerdo todo.
C. Del Valle
No comments:
Post a Comment