Sunday, November 23, 2014

154 Crónicas de dos años...

A ver... Primero que todo, se debe aclarar que hace casi dos años empecé con ese proyecto extraño, sin objetivos claros, que hoy se llaman #crónicasde.

Al inicio, ni se planteó como un proyecto, sino sólo fueron naciendo las crónicas. Son resúmenes sin mucho sentido sobre el día, sobre las reflexiones propias. Pero el juego se fue extendiendo y al día de hoy, pareciera que los amigos piensan que las crónicas son un elemento que me caracterizan.

Así que me di a la pequeña tarea de recopilar todas las crónicas escritas desde el 2013 a hoy, en el muro de Facebook.

Y bueno, este es el resultado. A continuación, 154 crónicas del 2013 a lo que llevamos del 2014

2014

1. Crónica de domingo: 154 crónicas después, me percato que la sistematización no es una enfermedad crónica de la que padezca.

2. Crónica de martes palmolive: "¿Cómo será un dodecaedro amoroso?"

3. Crónica de sábado: "Nada personal -decía con cadencia mientras se levantaba de la silla, antes de gritarle-, pero me parecés un revisionista de mierda... ¿Querés un poco más de té?"

4. Crónica de viernes lluvioso: "Singing in the rain..."

5. Crónica de jueves (un poco iracundo):

Se debe admitir, que aun siendo ateo, uno disfruta pronunciar ciertas palabras que conjuran el mal creadas por algunas religiones.

Es así, como algunas personas únicamente nos trae a la mente cosas como: "Ante nuestros sagrados libros, con los seiscientos trece mandamientos que están escritos entre ellos, lo excomulgamos con la excomunión con que Josué anatematizó a Jericó; con la maldición con que Eliseo maldijo a sus hijos, y con todas las maldiciones que están escritas en la ley; ¿maldito sea de día y maldito sea de noche´´¡ ¡maldito sea al acostarse y maldito sea al levantarse¡; maldito sea al salir de su casa y maldito sea al regreso¡ que dios jamás le perdone; que la cólera y la ira de Dios se enciendan contra ese hombre, y que le envíen todas las maldiciones inscritas en el libro de la ley. Y Dios suprima su nombre en la tierra, y para su derrota Dios lo expulse de todas las tribus de Israel, con todas las maldiciones del Cielo, como están señaladas en el libro de la Ley. Pero vosotros que permanecéis en Dios, vuestro señor, vivid eternamente. Conjuramos que nadie tenga con él trato ni hablado ni escrito; ni nadie le haga favor alguno; que nadie esté con él bajo un mismo techo o entre las mismas cuatro paredes; que nadie lea ningún papel hecho o escrito por él"

6. Crónica de jueves: "-No, no diría que soy amante de la fotografía- contestó mirando pensativa la taza de té-. Más bien diría que solo tengo un affaire."

7. Crónica de Lunes: "La acumulación primitiva del capital, es nociva para el amor"

8. Crónica de sábado: "Debemos reconocer que el encanto de la pequeño burguesía, a diferencia de otros encantos, no es nada discreto"

9. Crónica de martes: "uno no puede confiar en las personas abstemias, porque uno no sabe luego qué carajos se están metiendo en las venas para soportar la realidad"  (Conversación con Jessica)

10. Crónica de sábado: A los gatos flacos se le pegan las patas.

11. Crónica de miércoles en remolino: Ha sido una semana intensa. La daga se acerca y me deja con la espalda en la pared. Una semana tensa y complicada a la vez. Más de tres noches he soñado y cada vez que despierto termino caminando al revés. La otra noche me faltó el aire, y no sabía quién era cuando desperté. Repetía mecánicamente una frase y no un poema, un hilillo de palabras que nunca logré entender: "Dicen que se te ve malito. Que muy mal se te ve. Dicen que estás malito y que estás tan mal, que quieren contar contigo y solo te cuentan la mitad".

12. Crónica de viernes: Mientras el fuego devora el tercer piso, la chica de la recepción indica que no conoce el número de extensión del incendio.

13. Crónica de domingo: mientras en los barrios se organizan los duelos a palos, la chica del abrigo azul organiza la sonata del panteón.

14. Crónica de sábado hipotético: en el bus de las once solo viajan los cansados, los desvelados y las ideas locas.

15. Crónica de viernes: Dicen que absurdo, cangrejo y pescado feroz son las palabras perfectas para una ensalada frugal. Dicen no más.

16. Crónica de viernes: Cerca estuve de casarme. Sólo que ella no estaba ahí cuando se lo iba a pedir.

17. Crónica de un domingo robado 2:
"-Cuando sea grande, quiero ser como Bob.
-¿Marley? One loooove, One loooove...
-No, Bob Dylan. No me gusta el roots, reggue o lo que sea.
Desde entonces no volvimos a vernos."

18. Crónica de domingo por la capital: Debo recordar NO salir con los audífonos puestos; la gente mira raro al tipo que toca un piano invisible y grita en la parada del bus "Al lado del camiiinooooo..."

19. Crónica de miércoles 10 treinta "pe punto eme": Juro por el dios del internet, que en ciertos momentos, a ciertas horas, uno solo puede autoexplicarse diciendo "Si no creyera..."

20. Crónica de miércoles: La cocina molecular es técnica ancestral en las soditas de San José.

21. Crónica de lunes 2: "Claro, el morcilla... Mir devotos... Mierda... *Miércoles." (Maldito autocorrector del teléfono)

22. Crónica de un lunes serio: Y es al chile, eso de la huelga del 84 en serio está como "vetado" por la historia.

23. Crónica de domingo amarillento:
"-¿Y si nos ponemos muy locos e inventamos un cuento con pejibayes y gatitos para colorear?
-Mejor dormíte que me duele la cabeza."

24. Crónica de Ale Paniagua (ojo, no es mía): Sólo la hembra sola de la barra sabe cuanto pesa un oso polar que viaja a Marte.

25. Crónica de un viernes sonsacado: "Only God forgives; we’re Borgias - we never forgive"

26. Crónica de un mundo imposible: No sé cómo decirles esto, pero el deber llama... Según fuentes extra oficiales, Drexler cancela concierto en Costa Rica por derrota de Uruguay en el mundial.

27. Crónica de miércoles: "La cuestión de la conciencia es una exigencia social" | EL | Franz Kafka

28. Crónica de sábado canino: El caso del perro que soñaba con ser un almohadón.

29. Crónica de viernes: Dicen que en medio del metal se confabulan el judío errante, La musa callejera y la servidumbre humana.

30. Crónica de la vida silvestre: seis horas consecutivas de despulgar a Mateo, me hacen querer escribir el libro "La vida secreta y las pulgas"

31. Crónica de viernes: Mateo exige un estado laico con números en la frente.

32. Crónica de domingo:
"Se miraban los cuerpos, aún jadeantes, en la cama.
-¿Huitzilopochtli es el dios de los aztecas, cierto?
-Sí -suspiró-, el mago colibrí.
Al final, cerraron el pacto con un beso.

33. Crónica de lunes 2: Le rasqué el lomo tres montañas. Le besé los pies a otra y le hice cosquillas a la quinta. Por poco le majo la cola a una feliz serpiente que cruzó mi camino. Nos disculpamos mutuamente y cada quien siguió su camino. Todo esto pasó un día cualquiera, en un lugar cualquiera de Changuena.

34. Crónica de lunes último: dicen que en Upala inventan una palabra nueva cada día. Que la leche se cosecha de un árbol de vacas, y que las dormilonas son una especie de animalito que vive dentro de las lagartijas. Dicen además, que las ardillas mascan chicle todo el día. Yo no lo he visto, pero eso es lo que dicen...

35. Crónica de un domingo romero: Algo debe estar mal. Cuando se camina durante tres días y no se llega a Cartago, algo debe estar mal.

36. Crónica de un viernes sureño: ¿Los caballitos de las ferias han cambiado o es mi impresión?

37. Crónica de miércoles: Escuchar Beatles con audífonos mientras se comparte el cuarto con cinco personas, es un poco incómodo. Cuando la canción acaba, cinco pares de ojos nos miran un poco extraño...

38. Crónica de lunes: los remolinos sobre el río Magdalena pueden generar náuseas y otros demonios.

39. Crónica de domingo (rayos, ya es lunes): después de una buena película, el mundo hasta parece un buen lugar para tomarse un whisky. (Al menos antes de despertar)

40. Crónica de miércoles: "Prestigiosas investigaciones señalan con certeza dos cosas infinitas: el universo y las versiones de Bella Ciao"

41. Crónica de domingo: ¿y si mejor nos mojamos los pies son preguntar porqué?

42. Crónica de sábado: el indiscreto y tierno glamour de la codicia.

43. Crónica de martes atrasado: el exceso de menta puede causar portales ínterdimensionales.

44. Crónica de sábado no mundialista: "Jesús de Nazareth siempre está dispuesto a regalar bolsas de mamón chino a los viajeros de las tierras de satanás".

45. Crónica de viernes: "Chambeando de chafirete, me sobra chupe y pachanga"... Cafeta

46. Crónica de domingo: Estudios recientes demuestran que los anteojos de Asembis son altamente resistentes a golpes y caídas.

47. Crónica de sábado de vuelta en chepe: la palabra no crea objetos ni los destruye, solo los transforma.

48. Crónica de miércoles: Llega a la puerta de su habitación, a punto está de girar la llave y desde la sala contigua se escucha una voz: -¿Cómo les fue? En un segundo les pongo a hacer café.

49. Saluda, conversa un rato y entra a su habitación mientras recita un mantra "hotel dulce hotel"...

50. Crónica de domingo: "El octavo día el señor diablo, mientras creaba las purrujas (su más efectivo invento para ponerle sabor al campo), perdió su chaqueta. Hoy la encontré; tanto su chaqueta como sus efectivos bichitos"

51. Crónica de un lugar remoto: "Sargent Peppers me preguntó por la extraña sonrisa nocturna"

52. Crónica de martes sureño: "¿A las cuántas vueltas al parque come el censista? A la última. Badabadatums..."

53. Crónica de domingo milagroso: "El amuleto colgaba por undécimo año consecutivo en su pecho. Un par de pájaros muy coloridos cruzan por la ventana, mientras suspira esperanzado: Adiós mundo, hola misterioso sur..."

54. Crónica imposible: Según fuentes no oficiales, Drexler valora suspender concierto en Costa Rica si Uruguay no pasa la ronda. En breve más detalles.

55. Crónica imposible: Redes sociales elogian sombrero de Fredín Funez en manifestación, mientras critican vestimenta de cantante Pitbull en la inauguración. Los detalles, en breve

56. Crónica de domingo: "A veces, y sólo a veces, para el cambio de Katún solo hacen falta 8 años y 8 firmas"

57. Crónica de jueves: "Como Hemingway, Paris era una fiesta"

58. Crónica de sábado: "El cadaver exquisito quedó un poco crudo"

59. Crónica de vienes: Enfundada en su abrigo azul, me gritaba desde lo alto: "Carpe diem quam minimum credula postero"...

60. Crónica de miércoles de cuento: "Los parques son los mejores lugares para encontrar el olvido", me dijo y sonrió...

61. Crónica de lunes de glucosa: "Cuando ella preguntó por cuál canción podría encarnar, no imaginó que renegaría de Ismael Serrano por primera vez en su vida"...

62. Crónica de domingo: Compulsemos a las europas.

63. Crónica de sábado:

"-Y usted, ¿En qué se especializa? -preguntó.
-En fantasear -contesté"

64. Confesiones de un día caluroso: "Soy un hippie. Siempre fue así"

65. Crónica de lunes: "Entonces el caracol entendió que la luna no es la misma bajo el agua"...

66. Crónica de un sueño dominical: "Mientras ella se acomodaba el vestido de flores amarillas y sus botas altas, él le preguntaba cómo se debe escribir su nombre"

67. Crónica de un sueño dominical: "Mientras ella se acomodaba el vestido de flores amarillas y sus botas altas, él le preguntaba cómo se debe escribir su nombre"

68. Crónica de sábado: Me permito citar "Nunca estás acabado si tienes una buena historia que contar y alguien a quien contársela" [La leyenda del pianista en el océano]

69. Crónica de sábado: "Dicen que dicen que la vieron aún tres noches después, sola silbando por la calle de las estatuas"...

70. Crónica de un viernes asesino:
"-En la próxima vida procuraré mantenerme alejada de vos...
-Bueno, total no será tan diferente de esta entonces"
Confesiones de verano: en mi juventud creía que las macros eran to'a, en mi adultez conocí el Visual Basic, hoy solo creo en mi imaginación.

71. Crónica de jueves:
"-...y cuando mi compa decía lo de borderliner, creo que sí, que tenía razón.
-Disculpe señor, me indica mi supervisor que si no ordena ya, seguridad lo escoltará fuera del restaurante.
-No, no. Deme... Unas papas... Agrandadas... Para llevar... ¿Tiene Mirinda?"

72. Crónica de miercoles: "chaos reigns..."

73. Crónica de sábado (v2): "Según los más recientes estudios iconográficos, el ángel de la libertad tiene micropene"

74. Crónica de sábado: "la mejor tradición de semana santa es hacer un banner y un evento en fb... Un momento, algo no está bien"

75. Crónica de lunes (santo): "Por cualquier lado salta el gato que nos vendieron en lugar de liebre, por cualquier lado..."

76. Crónica de viernes: "San José de noche enseña cosas... como que la iglesia siempre está a la derecha, por ejemplo"

77. Crónica de un martes endulcorado: "El amor flota en la sopa / es la señal, los tiranos vienen hacia acá"

78. Crónica de martes: "Es definitivo #soyunamorsh"

79. Crónica de miércoles: "Ni el Visual Basic puede contra mí"

80. Crónica de jueves: "Mientras los huecos salvan gente en Madrid y Alemania, el tipo de naranja corre con lo ajeno"

81. Crónica de jueves: la conclusión de la noche se resume fácilmente en #estoseperdió

82. Crónica de ¿lunes al sol?:

"-Recuerda, más sabe el zorro por viejo que por flaco.
-Sí, pero a todo los zorros flacos se le pegan las pulgas."

83. Crónica de jueves: lo posmo... Da cáncer.

84. Crónica de martes: Somos el ejército industrial de reserva. No olvidamos, no perdonamos.

85. Crónica de lunes: "Si lo pensás, querida, es un extraño y da hasta un poco de miedo... ¿Qué motiva a un ruso, un chino, un par de españoles, algunos argentinos, otros mejicanos y muchos gringos a hablarnos en la misma semana?

86. Crónica de jueves: "Está bien -le dijo antes de despedirse-, yo dejo los cuentos de detectives si vos dejás las historias que terminan en felices para siempre"

87. Crónica de algún día: "En la playa he encontrado un caracol de oro macizo y recamado de las perlas más finas"...

88. Crónica de domingo: discutir contra Lenin es complicado. Sobre todo cuando Lenin se llama el tipo fuera del bar que quiere partirte la madre mientras 5 metaleros rabiosos rondan a tu al rededor. Discutir con Lenin, pues, es un poco peligroso.

89. Crónica de jueves: Hay noticias que hacen bien, como cuando los cuasivegetarianos comen olla de carne

90. Crónica de martes: Ola ke ase, paga pensión alimenticia o ke ase?

91. Crónica de viernes en la madrugada: "soy cantor, soy embustero, me gusta el juego y el vino. Tengo alma de marinero..."

92. Crónica de jueves: ¡Cerremos este chinamo y pongámonos un grupo de cumbia!

93. Crónica de miércoles 2: "salgo con cierta precaución. Cierro sigilosamente. Una tensa calma reina en la calle. Descubro bolsas con mangos, rastros de sangre, vidrios y un puño de repollo rallado con salsas en la acera. Llego a la esquina y antes de doblarla miro hacia atrás. La calle parece vacía, pero siento que alguien me observa. "Quizás desde un segundo piso", pienso. En efecto, una mano cierra rápidamente una ventana. Estoy a punto de regresar cuando un silbido atraviesa lo que era un pesado silencio nocturno..."

94. Crónica de miércoles: vidrios que se quiebran. Gritos. Llamados a la policía. Solo escucho que alguien quiere apedrear la casa. Enfrentamientos, patadas y más golpes, gente corre por la acera. El mundo se vuelve loco en cuestión de segundos y no entiendo qué sucede. Cambio y fuera.

95. Crónica de martes: "Populus me sibilat, at mihi plaudo. Ipse domi simul ac nummos contemplar in arca".

96. Crónica de martes por la madrugada: "Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit"

97. Crónica de lunes: "A los habitantes de todos los pueblos de todas las regiones del mundo, les informamos que nos declaramos independientes porque la libertad no cabe dentro de estas cuatro paredes"

98. Crónica de viernes: Yo confieso, ante el feisbuk omnisciente y ante ustedes hermanos, que me he enamorado de Marta Gómez.

99. Crónica de miércoles: al carajo los últimos 10 años de FB, ¡hoy se come garbanzos!

100. Crónica de martes: Un saludo al camarada desconocido que votó por el PT en Oslo, Noruega.

101. Crónica de elecciones: un exorcismo electoral acaba con la vida de una silla plástica. En breve, la historia.

102. Crónica de viernes: Y dicen los versados en estos asuntos: "vos estás bajo sospecha, hasta demostrar lo contrario"

103. Crónica de Martes en la madrugada: Un verdadero bestiario contiene manzanas rojas, verdes y algunas otras que rueden por la avenida central.

104. Crónica de jueves: el tipo de blanco dice que no quiere que lo opere un veterinario... Eh... ¿Qué pena, entonces quién?


2013

105. Crónica de viernes (colaboración de Keylin): Tengo un humor medio disléxico: Cuando quiere decir ALEGRÍA escribe ALERGIA y se pone a estornudar...

106. Crónica cualquiera: "-Disculpe señorita- preguntó-, ¿nos conocemos? Es que el alzhaimer me ha hecho un poco de daño."

107.  Crónica de sábado por la noche: vanidad de vanidades, todo es el otro engranaje que gira inexorable.

108. Crónica de sábado: un rótulo en SJ "Si parquea acompañado, hágalo con cuidado. Si parquea solo, hágalo solo, con solón"

109. Crónica de sábado: Hierba mala nunca muere, pero a veces uno duda de su inmortalidad.

110. Crónica de viernes: Sin celular, la vida es más sabrosa... Zaaaaa!

111. Crónica de domingo: hay sueños tan terribles, que uno hasta llega a pensar que se está despierto.

112. Crónica de lunes: parece que las crónicas son como la gripe, se pega.

113. Crónica de jueves:

-Y entonces, ¿Dónde está?
-di, aquí. Tomándome un cafecito en el Marriot...

114. Crónica de miércoles: ¿Tirarle un zapato al tipo del traje blanco es delito o contravención?

115. Crónica de martes: Según las imágenes oficiales, en la competencia de los 50 metros troskos la medalla de oro es de Leo Nel, y la última en cruzar la meta es Gabriela Serrano.

116. Crónica de lunes: qué carajos! Un tipo en el boulevar pide plata para viajar al mundial de brasil en bici desde Tijuana. Sia perro!

117. Crónica de sábado- "Sabiduría del popular en el boulevar": No soy alcólico, soy borracho (los alcohólicos van a reuniones). -Lo vi en una camiseta-

118. Crónica de Café:
"-Mirá, entre todos los juegos que jugamos, me gustaría variar solo por hoy. Si te parece.
-¿A qué te referís?
-A que juguemos a mirarnos de frente, sin mantener la compostura.
-Prefiero seguir jugando a el gato y a el ratón".
Alfredo Solano

119. Crónica diaria: "No estaba de buen humor, andaba de parranda"

120. Crónica imposible: "Ventanear la casa por la tira"

121. Crónica de una día cualquiera:
"-Hola, creo que tengo problemas de memoria.
-Disculpa, no te puse atención, ¿Me decías?
-No sé, creo que era que tengo hambre."

122. Crónica imposible:

"-¡Ante la lluvia de octubre: todo el poder a los soviets!"
-Mmm... creo que algo no está bien en la consigna"...

123. Crónica con la mano izquierda:
"-¿Cómo va el partido?
-Bien, acabamos de sacar un comunicado.
-¿Sobre el triunfo ante México?
-No, sobre el bipartidismo.
(Al final, creo que no hablábamos de lo mismo)"

124. Crónicas infantiles: "Si nunca soñaste con encontrar un Odradek ...no tuviste infancia".

125. Crónica para Volver:
Cerró la puerta, pero solo para que ella llamara de nuevo y despedirse.
|Alfredo Solano|

126. Crónica extranjera: Entonces, llega un momento en mitad de la noche, en que despiertas con taquicardia, el sudor te baña la frente y un terrible zumbido te quiere reventar los oídos. Es ese momento, cuando sólo puedes pensar en una cosa... "Quiero mi computadora, por favor".

127. Crónica de caracol 2: Caracol, caracolito. Qué pasaría si te trituro y te hago en cafecito...

128. Crónica caracol: Caracol, carcolito, por qué me sabes tan rico...

129. Crónica errante: Y un día de tantos, resulta que las horas cuentan como semanas vividas de repente. Hasta es posible, pues, que Heredia extienda sus brazos para recibirnos... Luego uno levanta los hombros, dice "di, qué más da" y se tira de jupa.

130. Crónicas de sabios: "Hermanos -dijo Demiéstocles, el aprendiz del sabio, mientras mordía su barra de chocolate blanco-, el sabio tomó vacaciones".
-Tres cuentos cortos sobre Demiestocles y el sabio- Alfredo Solano.

131. Crónica de lunes: Nada como ser masticado y eventualmente escupido por una vaca...

132. Crónica a la santidad:

¡Salve llave nuestra!
Bienaventurada tu reaparición,
los cielos se abren y desciende
una luz, una calidez de verano
en medio de la tempestad.
Bienaventurada llave negra,
y por sobre todas las cosas terrenales,
bendito sea tu contenido recuperado.
Por los siglos de los bits,
amén.

133. Crónica de martes: Esto es un mal crónico...

134. Crónica de Lunes: Problemas en el paraíso...

135. Crónica de sábado: Los bestiarios y las nueces, son de la misma familia.

136. Crónica cualquiera: "Un vaso del vino de las heridas"... Alfredo Solano

137. Crónica de lunes: Contrario a lo que dice la televisión, los piratas no siempre acaban mal... en cambio los sapos sí, siempre salen estripa'os.

138. Crónica de viernes: el zodiaco y sus implicaciones en la lucha de clases

139. Crónica de viernes 2: dos marineros y un miscelaneo. Esto está raro...

140. Crónica de domingo: lo confieso... El 50% de mi vida gira en las solanaceas

141. Cronica de clichés:

XXIX
(...)
Una crítica marxista el libro,
sobre Feuerbach discutía.
Nos miramos lentamente
y le dije pensativo:
¿Comprendes ya que no se trata de entenderlo,
sino de transformar el mundo cada día?
"Y ella respondió encendida:
-¡Ya lo comprendo!"

142. Crónica de viernes: si Bécquer hubiera militado la historia sería diferente...

"¿Qué es izquierdismo?
Preguntas por la enfermedad infantil del comunismo.
¿Qué es izquierdismo, y tú me lo preguntas?
Pues izquierdismo, eres tú"

143. Crónica de lunes: Los bestiarios, como las nubes, son adictivos.

144. Crónica del domingo: qué carajos con eso de un abrazo gratis en el boulevar? A mí que no se me acerquen.

145. Crónica de un sábado particular: Cuando los días se vuelven de 40 horas, y al abrir la ventana surge de la nada una cabeza de perro... Solo resta decir "esto se pone interesante"

146. Crónica de Perogrulladas: Las probabilidades de un apagón de la corriente eléctrica es directamente proporcional al número de minutos transcurridos sin guardar el documento.

147. Crónica divina: Si dios existiera, se llamaría Ibuprofeno. Salve madre de nuestros alivios.

148. Crónica de Mateo: Sí, sí, muy bonito esto de tener perro, pero ¿cómo se le enseña a que haga el café?

149. Crónica de misantropía: Hoy que el cielo parece exhalar un suspiro de alivio, hoy que la noche tiene ese olor a hierba fresca... hoy que respiro un poco mejor y fluye la alegría de sentirme vivo... hoy puedo decir, más que decir, puedo afirmar: que he sobrevivido.

150. Crónica cualquiera: "lo que no avanza retocede": excepto esta gripe, una semana y ni pa' lante, ni pa' trás.

151. Crónica instintiva: "La última vez que lo llamaron dinosaurio se comió de golpe cuatro personas. Así que prefirió dejar al instinto asesino para el día siguiente, y de paso, se durmió bajo un girasol que encontró en el camino." -Delirium Tremens en una pecera

152. Crónica de un día cualquiera:

"-Disculpe, ¿La batalla del fin del mundo?
-Cruzando el parque, detrás de la escuela.
-Muy amable, joven -sonrió en un mal disimulado esfuerzo para no arrojar tres demonios por la boca". | Finales tentativos | Alfredo Solano

153. Crónica de lectura básica para chicos:
"En cambio yo,
en noches como esta,
paso en claro hasta el amanecer
repasando la fotografía
que olvidaste en el baúl rojo"...
Alfredo Solano. "La lechuza y el dragón"

154. Crónica Cuarto día:
Aún no estoy seguro si lo lograré. Ya son cuatro días, y no termina. El virus ya se ha apoderado de todo. Ayer sentí una leve mejora, celebré por lo grande y tuve nuevas esperanzas. Pensé que lo peor ya había pasado. Hoy no estoy tan seguro, parece que el virus toma fuerzas nuevamente.
Ya no sé qué pensar. Las proviciones ha escaseado y tuve que salir de excursión por más pastillas y café. El mundo afuera es una locura, hace frío. Espero salir vivo de esta situación, pero ya no estoy seguro de nada. Fin de la crónica."

Friday, September 19, 2014

El caso de la chica de Lima (11)


Había llamado a Alberto. Desde hace semanas que no conversábamos, hace días que incluso no salgo ni a la esquina.

Quedamos en el bar de siempre, a las ocho. Luego de la tercera cerveza, y de escuchar cómo había terminado con su novia y cuánto la amaba aún, nos pedimos un trago. Porque Alberto también se enamora y sufre como todos los mortales, o bueno, eso me confesaba esa noche.

-No Carlos, es que ustedes lo ven todo desde una perspectiva muy complicada. Yo ya no estoy para eso. Pero bueno, así está el rollo. Y contáme, ¿Qué pasó con el caso ese de la muchachita?

-¿La pianista? No volví a hablar con ella.

-No me esquive el caso, que vos sabés de quién estoy hablando.

-Nada. No hay nada nuevo. Llevo semanas pensando en la última pista y no sé qué estoy haciendo mal. Aquí hay algo que no he visto, pero no consigo saber qué.

Desde mi salida nocturna al parque de las palomas, he vuelto a fumar a ritmo de loco. Por las mañanas no soporto el dolor en los pulmones, pero a la hora se me quita y vuelvo a fumar. En una de las salidas afuera del bar a fumar, le conté a Alberto que me casaría "Debés estar loco", fue lo único que contestó.

Ya me encontraba en mi casa, hacía deberes aburridos y largamente postergados. Revisaba los papeles del seguro, ordenaba los recibos, botaba facturas de dos años atrás; y recibí la llamada de Adriana.

"Me voy mañana del país", me dijo. Salí a buscarla, a despedirnos. Preocupada me interrogó sobre la conversación con Alberto, esa de mi eventual matrimonio. Finalmente comprendió el juego: pedirle matrimonio a una mesera que no conozco; recrear una escena del "Marido de la Peluquera".

Luego de ver a Adriana, camino de nuevo por el centro de la capital. La lluvia sigue cayendo y el bulevar está vacío. Me siento en una banca, bajo la lluvia y respiro la noche en el plaza de las palomas. Miro hacia el suelo, miro mis pies mojados. Luego de un rato pasa la lluvia, así que meto la mano en mi bolsillo para sacar otro cigarrillo.

-¿Qué diferencia a Alberto, a Adriana y a todo el mundo de mí?- murmuro.

"Que ellos solo sueñan cuando están durmiendo", susurra a mi oído. No me sorprende su voz, pues la reconozco. Lo que me sorprende es que conteste una pregunta que yo haya hecho, así sea la haya formulado para nadie.

Levanto la mirada a la vez que me llevo el cigarrillo en la boca y ella parece jugar rayuela con los charcos de la plaza. Tararea una canción que no reconozco, pero me lleno de una extraña alegría al verla.

"¿Dónde habrá estado este tiempo?", pregunto para mis adentros y no me atrevo a cuestionarle. La niña del abrigo azul corduroy ha regresado y eso se ha vuelto algo importante para mí.

Wednesday, May 21, 2014

El caso de la chica de Lima (10)

La noche no cumplió con refrescar el ambiente. Cerca de las seis de la tarde una corta llovizna cayó en el centro de la ciudad, pero únicamente empeoró el ambiente sofocante. Humedad, calor y poca brisa.

Caminé hacia la banca del parque, estaba seguro que ahí debería esperarme. No podía referirse a otro lugar: el libro de la buhardilla tenía el sello de la librería del frente, el poema marcado hablaba de un parque con muchas palomas, la fotografía que aún llevo en el bolsillo fue sacada ahí. Todo apuntaba a esa banca.

La niña del abrigo azul cordurroy no me acompañó cuando salí. Le dije que fuera conmigo, pero al salir, la vi desde la puerta y seguía flotando por la casa, me miró con indiferencia unos segundos y siguió hacia la cocina.

Cerré sin darle demasiada importancia, pero conforme me voy acercando al parque la expresión de sus ojos me desconcierta. Sigo caminando por el boulevar, hay poca gente en la calle. La mayoría de los negocios han cerrado ya, y pocos son los vendedores ambulantes que aún ofrecen baratijas en las esquinas.

Mientras más me acerco al parque más me pregunto qué me quiso decir con su mirada la niña del abrigo azul.

Llego hasta la esquina del parque. Veo la banca a poca distancia de mí y me detengo. Está vacía, así que enciendo un cigarrillo.

El golpe del humo, exhalar. La noche se presenta sutilmente distinta. Algo no es lo mismo, esa extraña sensación de no saber si realmente estoy aquí, pero lo estoy. Siento mis manos, me clavo una uña en la palma y verifico que estoy aquí.

Una brisa refresca la noche, que sin darme cuenta, ha avanzado ya dos horas y siete cigarros.

"Dejalo así, no entendiste el mensaje", me dice la niña del abrigo, quien me observa desde hace un rato sentada en la fuente.

"Tú sí lo entendiste, ¿Porqué no me dijiste nada?". Preguntarle a ella es una cosa, esperar que conteste es otra muy distinta. La niña se dedica a meter la mano en la fuente y jugar con el agua.

"Los parques son los mejores lugares para encontrar el olvido", me dijo y sonrió.

Saturday, May 17, 2014

Tres cantos

Canto primero
Alejandra lo miraba de reojo, desde la otra esquina de la oficina. Alberto lo sabía, pero trataba de disimular su ansiedad. Un par de tardes antes, conversaban sobre el mundo y la poca importancia que le damos a los inmortales cangrejos.

-¿Sabés qué deberíamos hacer? -dijo Alberto mientras saboreaba el café con leche y dos de azúcar-, estaba pensando que deberíamos salir al cine, hay buenas películas que ver. ¿Querés que salgamos este fin de semana?

Ella seguía mirando la plaza por la ventana, desde ese segundo piso estaba absorta en la masa de gente que va y viene huyendo de la lluvia. Las palabras dichas por Alberto en un principio no le significaron nada, solo un eco de una voz conocida, un eco vago, que resuena y rebota desde un rincón lejano. Hasta que finalmente repite para sí los ecos de las palabras, les encuentra el significado y reacciona.

-No, la verdad no. Gracias, pero no. -dice mientras se levanta para pagar la cuenta.

Hoy, en la oficina, luego de mirarse de reojo, deciden salir cada quién a pasear por un lugar distinto, a horas diferentes.

Canto segundo
-¿Entonces nos vemos en domingo?
-No lo creo, el mundo se ha complicado.
-Carlos, decíme si va a salir todo esto, sino mejor dejá de usarlo como excusa.

Una nota, otra nota, el mismo tono. Otra nota resuena y caigo en cuenta que es la llave del fregadero de la cocina, mal cerrada. "Al menos ya tenemos agua de nuevo", pienso. Me doy vuelta sobre mí mismo, en la cama, y escondo la cara debajo de la almohada, huyo de la luz de la ventana.

Tengo 5 mensajes sin leer, un terrible dolor de cabeza y la garganta seca. Dos hora después estoy corriendo por el centro de la capital, buscando el regalo perfecto que nunca le voy a dar a la muchacha del lindo rostro, ella es feliz recogiendo aceitunas, pues.

-Ya he averiguado, parece que nos veremos en martes, más o menos.
-Perfecto, me avisás, para salir de eso de una sola vez.

No omito, que todo este trámite me ha puesto un poco melancólico, pues despierto recordando cosas que tenía enterradas muy dentro. Como la vez que discutimos el origen y extinción de las muñecas de papel.

El fin del siglo, está cerca. Y una buena estrella viene con él.

Canto tercero
-¿Ves aquella estrella?
-Sí, pero si me vas a preguntar, no sé cómo se llama.
-Lástima, siempre he querido aprenderme los nombres de todas.

Sentados en el patio, mirando al cielo, sintieron cómo el universo se volvió pequeño, diminuto. Hoy ambos vagan por países distintos, con la cabeza de medio lado, mirando al cielo y vigilando sus propios pasos. Él a veces sonríe solo, al recordar de golpe un beso, una mano, un encuentro furtivo. Un momento del que nunca estará seguro si lo vivió o simplemente fue parte de otro sueño recurrente.

Tuesday, May 06, 2014

Profesión

-Ya veo -dijo mirándonos con extrañeza-, cada uno de ustedes se especializa en algo distinto. Eso es interesante.

Luego de ajustarse las gafas, me examinó con curiosidad. Dudó un segundo antes de volver a hablar.

-Y usted, ¿En qué se especializa? -preguntó.

-En fantasear -contesté con sinceridad.

Sunday, March 02, 2014

El caso de la chica de Lima (9)

La niña del abrigo de cordurroy azul flotaba por toda la casa. Digo que flotaba porque no tengo otra forma de describir esa forma de caminar sin hacer ruido, parece no golpear de ninguna forma el suelo. Me tomaba un café negro y sin azúcar, mientras leía el periódico de ayer. En la televisión anunciaban los premios de la academia y me distraje pensando en cuántas ediciones han pasado sin que me sienta atraído a mirarlas.

La niña ahora está a mi lado y me interrumpe: -La otra noche soñé con tu padre. Extendió sus manos y me enseñó un escarabajo metalizado, de un color dorado brillante.

Le sonrío. Sé que preguntarle más es inútil pues solo dirá lo que quiera decir, ya sea que le pregunte más o no. Se levantó y siguió flotando por la sala, solo que ahora su paso parece más un baile.

En los clasificados del periódico veo un anuncio que me llama la atención "Lector del balcón: en la misma ruta, conoces la hora, el domingo. Lima". No puede haber equivocación. La cita es hoy, pero a dónde.

-Alístate niña, si quieres puedes acompañarme. Creo que vamos a resolver esto de una vez.

Monday, January 20, 2014

Segundo piso en la capital II (Tarde nubosa)

Siempre llega un momento en el que la vida da uno de esos giros, una vuelta que nos despierta el vértigo y hace que algo se encoja adentro. Hace cuatro días me volvió a suceder. O bueno, para ser preciso me sucedió por primera vez de una forma diferente.

Me vi recogiendo encargos, dando vueltas por una calle que transitaba a diario hace muchos años. En ella el viento, el cielo oscuro, el bullicio eran los mismos de entonces. Sin pensarlo mucho estaba ya ahí: de pie en la esquina, apoyado en un poste de alumbrado público, con la mirada fija hacia arriba. Miraba el segundo piso del abastecedor Santa Cecilia, las enormes ventanas tenían las mismas persianas con las que batallamos en las mañanas, las paredes la misma pintura y la esquina en su conjunto el mismo olor a calle vieja.

Mirando así mi antigua casa, mi enorme viejo reino, no pude evitar las ganas de saludar al pasado. Caminé hasta el abastecedor para ver a Don Mario, el pulpero del piso de abajo, que con una sonrisa nos reclamaba por la mañana el ruido que hacíamos en la noche; jóvenes todos de hormonas alborotadas.

Dentro mío algo inquieto me hacía temblar el paso, una extraña ansiedad me recorría las manos y solo me preguntaba si no estaría reabriendo mis heridas cerradas. Lentamente me acerqué al abastecedor y al estar en la puerta entré casi de golpe. Ahí estaba, en medio del pasillo frente a la caja, pensando qué decirle a Don Mario, preguntándome si me recordaría, deseando que me preguntara por mi expareja, por mis amigos, adivinando cuál será su reacción ante mis respuestas, imaginando qué anecdotas recordará de nosotros.

Miles de imágenes, cientos de historias me pasan por la mente y solo puedo apresar unas cuantas pues quiero mantenerme en pie y sereno, esperando que aparezca el viejo Mario. Espero verlo igual que antes: grande, grueso, de bigote gracioso, casi calvo.

Frente a mí aparece una señora delgada, con el pelo teñido en un rojo casi violeta, de gafas y es asiática. Me mira desconcertada desde que entré de un salto al abastecedor y se decide a preguntarme "qué deseo" en un español terrible.

Su pregunta me toca más de lo que ella supone, y yo la repito para mis adentros. ¿Qué deseo en realidad? ¿Por qué vine hasta acá? Miro a mi alrededor y todo es lo mismo, creo que solo noté que ya no está el estante con las "alcancías de chanchitos de barro"; balbuceo un poco y le respondo con dificultad "eh, este, sí, creo que... no, bueno, no importa, un fresco", mientras termino de entender la situación.

Ella mira el refrigerador con las bebidas, yo lo miro también, la vuelvo a ver a ella y con sus ojos me interroga si no voy a caminar y tomar la el refresco; me da a entender con un gesto que ella no me lo va a alcanzar. Reacciono y camino rápido, tomo el primer refresco que encuentro y regreso a la caja, mientras siento cierta responsabilidad -o necesidad- de explicarle a ella qué hago realmente ahí.

"Don Mario ya no está aquí, ¿Cierto?", le pregunto mientras pago. Ella me contesta siempre con ese español característico de los chinos de supermercado, que "Don Mario ya no está, no está. Hace mucho no, se fue".

"Es que, yo viví ahí arriba. Hace muchos años. Solo pasaba para saludarlo, pero bueno, ya no está". La china, con indiferencia, mira hacia el mostrador para recalcar que ya me entregó el cambio y me vuelve a ver. Pregunta si deseo algo más. Doy las gracias y me voy.

Mientras tomaba mi refresco, mientras caminaba lento por el viejo barrio, tuve que detenerme. Sin pensar mucho, miré hacia atrás y ahí estaba, mi vieja casa, mi viejo reino. El lugar donde fui infinitamente feliz, infinitamente miserable. El lugar en el que mudé de vida 3 veces, en el que inicié un viaje de muchos años que hace muchos años también ya terminé.

No caminé nostálgico, no me sentí melancólico. No me invadió del deseo de volver. Únicamente sentí cierto placer por el recuerdo, cierta alegría de haber vivido tanto en tan poco tiempo. Hoy, puedo decir que ese día no estaba abriendo viejas heridas, únicamente quería jugar a recordar con un viejo amigo.